Cada quien considera
                implìcitamente, y casi sin dudas, que la vida
                representa un camino. 
                Se pueden dar
                muchas explicaciones, aparentemente convincentes,
                de este modo de considerar nuestra vida.
                Todavìa, por el hecho que "caminamos",
                no logramos, a menudo, darnos cuenta, en modo
                claro, de la razòn del nuestro caminar. 
                Es posible
                considerar el camino como un percurso obligado
                por el tiempo y por los eventos, que nos acompañan en
                nuestra vida exterior, llamàndo
                "destino" la via ya trazada por causas
                externas o por otros hombres. 
                O bien, podemos
                concebir el percurso de la vida como una
                necesidad de seguir nuestra vocaciòn interior. A
                pesar de ser concientes de los obstàculos que se
                interponen al nuestro andar, la intuiciòn de nuestra verdadera
                identidad puede representar la razòn de nuestro
                motor interior. 
                
                    
                        |   | 
                          | 
                          Home | 
                          Bienvenidos | 
                         
                        Preguntas | 
                     
                 
                 |