COMUNICADO OFICIAL DE LA COMISIÓN EJECUTIVA DE LA GRAN LOGIA SIMBÓLICA ESPAÑOLA (G.L.S.E. - G.O.E.U.)

La publicación de un extenso reportaje en la Revista Tribuna (06.03.00) ha vuelto a relanzar a la opinión pública la cuestión del expolio que la Dictadura realizó con la masonería y el problema de su eventual reintegración o compensación. Nada tenemos que oponer al sentido general del reportaje y a la justicia de esa reclamación, salvo el malicioso intento de D. Tomás Sarobe, Gran Maestro-Presidente de la Gran Logia de España (G.L.E.), de presentar a dicha organización como la única referencia de la masonería española: es completamente falso que la Gran Logia de España aglutine al 90% de los masones españoles. Es también absolutamente falso que sólo esa asociación masónica tenga reconocimiento internacional. De hecho, en este momento, la presidencia de la internacional masónica CLIPSAS  recae en mi persona en nombre de la Gran Logia Simbólica Española, que se adhiere también a SIMPA, organizaciones ambas que ponen en colaboración Obediencias masónicas de varias docenas de países, incluyendo las más importantes del continente europeo, y existen además otras logias instaladas en suelo español vinculadas a diferentes instancias internacionales. Los trabajos históricos de los profesores Pedro Álvarez Lázaro o José Antonio Ferrer Benimeli, entre otros, apoyan estas afirmaciones.

Es preciso proclamar bien alto que cualquier reparación material y moral que haya de hacerse a la masonería como institución deberá hacerse teniendo en cuenta a todas las asociaciones masónicas implantadas en España y no es de recibo que la masonería representada por el Sr. Sarobe en la Gran Logia de España pretenda asumir de manera exclusiva y excluyente esa representación para lo que no tiene, desde luego, ningún título especial, máxime cuando hasta el año 1983 nunca ha existido en España una masonería equivalente a la representada por la Gran Logia de España.

El sentir de la Gran Logia Simbólica Española, y creemos que el de la mayoría de las logias de cualquiera de las Obediencias masónicas que trabajan en España, además de por la reparación moral de la memoria colectiva de los masones que fueron perseguidos por su amor a la libertad, se inclina por la utilización en usufructo de edificios y dotaciones consagrados a la práctica masónica de cualquier estilo y al estudio de su tradición, que promueva y garantice la continuidad de aquellos ideales que la Dictadura quiso aniquilar.

Nadie debe ser excluido, ni siquiera el Sr. Sarobe, pero desde luego, si hay alguien que no puede irrogarse la representación de la tradición masónica española es él y su masonería, dogmática en lo filosófico, absolutista en lo organizativo y excluyente en lo humano, por cuanto prohíbe (sic) la participación de la mujer en una institución intelectual y moral como es la masonería, abierta siempre a la libertad, la igualdad y la fraternidad entre todos los seres humanos.

Javier Otaola Bajeneta
Gran Maestro – Presidente de la Gran Logia Simbólica Española (G.L.S.E. – G.O.E.U.)
En  nombre de la Comisión Ejecutiva
09.03.00