El proceso de unificación está haciendo
de Europa un espacio común, abierto no sólo a los capitales y a las empresas sino
también a los ciudadanos y las ideas. En este sentido la presencia entre nosotros en
Espña de logias instaladas dependientes de gran número de Obediencias europeas nos
invita, de un lado a una actitud de acogida y de recepción que nos permita enriquecernos
de la experiencia masónica de otros países, y de otro lado a una reflexión sobre nuestro
propio estilo de masonería, estilo que nos diferencia de los otros y enriquece las
posibilidades del trabajo masónico.
Ese estilo, propio de la GLSE-GOEU, deriva de lo que establece nuestra
Constitución y Reglamentos Generales, de nuestros compromisos internacionales con la
Unión de Estrasburgo (CLIPSAS) y con el SIMPA, de nuestra vocación Mediterránea y
Americana y, en fin, del legado de la tradición masónica española y del trabajo de
reconstrucción que hemos llevado a cabo durante estos 20 años.
Como fórmula resumen de ese estilo y del proyecto que quiere
representar la GLSE-GOEU presentamos los siguientes puntos.
Triple opción, la GLSE-GOEU reconoce a cada logia la libertad
de constituirse como masculino, femenino o mixto, resolviendo así la cuestión de la
participación de hombres y mujeres en los trabajos masónicos en pie de igualdad.
Doble federación, la GLSE-GOEU integra en sus órganos dos
niveles de representación, las logias que componen con sus delegados la Asamblea General,
órgano soberano de la GLSE-GOEU, y los territorios - nacionalidades y regiones - que a
través de los Consejeros de Distrito componen el Gran Consejo.
Doble vocación, la GLSE-GOEU considera constitutiva de su
propia vocación el doble propósito de ser a la vez un grupo iniciático y una sociedad
de pensamiento.
Pensamos que la asunción e interiorización de estos principios
básicos es indispensable para entender el sentido de nuestro trabajo en Gran Logia y para
hacer de nuestros vínculos federativos algo mas que una simple coordinadora de talleres,
yuxtapuestos entre sí, y conseguir la construcción de un verdadero cuerpo masónico
común en el que todos tenemos sitio y a través del cual todos podemos encontrar aliento
para nuestros trabajos de logia.