La Tradición, desde
                siempre, llama la atención de los hombres para
                que tomen a motivo de reflexión, la siguiente
                proposición: el hombre es el carcelero de sí
                mismo. 
                Esto quiere decir que el hombre crea
                alrededor de sí mismo una jaula que lo
                encarcela, hecha de rígidos puntos de vista, que le
                impiden de asomarse y espaciar libremente en el
                universo de la Vida que está, todavía, abierto
                a todos sin ningún impedimento. 
                Todos los hombres tienen la
                posibilidad de evadirse de esta prisión. Para
                ello, debe comprender con claridad que la llave
                para abrirla se encuentra solamente en la propia
                interioridad. 
                
                    
                        |   | 
                          | 
                          Home | 
                          Bienvenidos | 
                         
                        Preguntas | 
                     
                 
                 |