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| Los motivos que
inspiran el hombre hacia la investigación
son
difícilmente identificables. Más allá de la
simple curiosidad, hay otros elementos, que hacen
parte de la naturaleza profunda de cada uno de
nosotros, de los cuáles es muy importante tener
adecuada conciencia. En la búsqueda no siempre se conocen los objetivos exáctos que se desean alcanzar. Generalemnte nos mueve un indefinible sentido de esperanza de encontrar algo que nos pueda dar mayor clareza interior. Si observamos bien, podemos descubrir, en nuestra interioridad, una fuerza que nos acompaña desde la infancia y que nos hace propender hacia una "tierra prometida" de la cuál tenemos solamente una obscura intuición. Esta fuerza, aunque si en medida diferente, está presente en cada uno de nosotros. Sin ella, no es posible dar una adecuada explicación a la evolución. Es posible dar muchas interpretaciones de la índole de esta fuerza pero, es más significativo tomar conciencia en vez de buscar una definición. Debería, en fin, ser evidente a todos que condicionar la libertad de investigación de cada hombre, en cualquier manera, constituye un acto de extrema gravedad. Los medios de información son, a menudo, el origen de condicionamentos y como tales, deben ser objeto de grande atención de parte nuestra.
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