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El Hombre siempre ha encontrado consolaciòn, en la propia interioridad, cuando ha percibido profundos significados en los eventos a los cuales ha partecipado activa o pasivamente. La percepciòn de los significados colma la conciencia y revela, aunque si a veces en modo poco claro y evidente, la direcciòn del camino del nuestro vivir. A veces surge, también, la intuiciòn de la existencia de una finalidad de nuestra vida y se alcanza, entonces, una plenitud que gratifica nuestra existencia y nos pone en armonìa con el universo en el cual vivimos. Por todo lo expuesto se puede afirmar que una de las tareas del Hombre es esa de penetrar los profundos significados que le propone la Vida a través de los eventos. A parte nuestra insignificancia, en relaciòn a la inmensidad del Universo, la Vida nos da los medios y la inteligencia para poder afrontar, activamente y con coraje, los arcanos de nuestra existencia.
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